El título de este post puede sorprenderte, pero está demostrado que existe un estado psicológico paralelo al de nuestra pareja embarazada, y que es propio de los hombres que se acercan a la paternidad. Si bien el hombre no sufre los cambios hormonales (aunque se han documentado casos de mimetización con la mujer) que experimentan las mujeres durante la procreación, hay aspectos psicológicos y sociales que son de fundamental importancia para el hijo que llega.
De la actitud de un padre hacia el embarazo de su compañera (enojo, rechazo, aceptación, alegría, etc.) dependerá en gran parte el desarrollo emocional del niño en camino. Muchos hombres ejercen una paternidad responsable, prevista y consensuada pero en otros casos…
Una encuesta desarrollada hace algunos años en México estableció que a 1 de cada 3 hombres la paternidad les tomó por sorpresa. Es entonces donde se pone a prueba la propia estabilidad afectiva y emocional frente al acontecimiento de convertirse en padre. Sería bueno señalar en este punto que la “sorpresa” a muchos hombres les llega porque (a pesar de los tiempos que corren) se niegan a usar un condón, porque viven una libertad sexual extrema o bien porque dejan en manos de su pareja la decisión de ser padres o no. En cualquier caso, hay una evidente irresponsabilidad en estas acciones.
Si la pareja está sólidamente constituida, la llegada de un hijo será motivo de gran alegría, pero es menester aceptar que habrán cambios: estilo de vida, horarios, hábitos y costumbres, serán radicalmente revolucionadas por el nuevo integrante de la familia. Durante el proceso de gestación además, los hombres sufren el desplazamiento que su compañera hace desde ellos hacia su vientre y en muchos casos pueden producirse síntomas masculinos de depresión, angustia y soledad.
Ejercer responsablemente nuestra actividad sexual es una obligación tanto para quienes deseen traer hijos al mundo como para quienes no lo desean. Procurar una comunicación fluida entre los miembros de la pareja contribuirá a que el proceso sea más llevadero para ambos y el resultado concluya en alegría y compromiso.
(fuente:desexualidad.com)