En definitiva, ser una empresa líder requiere considerar seriamente el valor del recurso humano. En especial, ante una competencia que busca contratar personal con talento y que logre transmitir el valor de la empresa a la satisfacción del cliente para propiciar un mayor volumen de ventas.
Esta situación ha hecho que las mejores empresas vean hacia el futuro inmediato en términos de conservar su personal, en especial aquel que ha pasado por un proceso de capacitación y conocimiento de los procesos tanto administrativos como operativos y que aporta su experiencia para hacer a la organización más eficiente.
Ante la amenaza de perder este capital humano y de conocimientos, se hace relevante que las áreas de recursos humanos sepan cuáles son los factores en los que se debe trabajar para favorecer la permanencia de sus empleados.
Esta retención o contrataciones nuevas de talento deben redundar en la construcción de un plan de desarrollo de satisfacción del cliente y finalmente en repetición de ventas.
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