Las grandes ciudades horizontales con crecimiento urbano desmedido y desordenado ha desencadenado una problemática de infraestructura, conectividad y altos niveles de contaminación.
Si una ciudad se expande de forma desordenada, poco a poco se convertirá en un gran problema. Cuando una ciudad crece sin control, consumiendo grandes cantidades de suelo, muchas personas podrían verse obligadas a alejarse de servicios básicos, lugares de trabajo y oportunidades, lo que tendría efectos negativos en su calidad de vida y en el medio ambiente.
Qué beneficios planteamos para una ciudad compacta como nuevo modelo urbano:
Optimización del suelo: Las estructuras verticales son una solución para el incremento de la demanda demográfica.
Facilidad de traslado: Al concentrar viviendas, comercios y oficinas reduce los tiempos de traslados. Esto reducirá el uso de vehículos lo que ayudará a la recuperación del medio ambiente.
Mayor uso de recursos: El agua es mucho más eficiente en una construcción vertical. Las aguas grises o el agua de la lluvia también se podrían reutilizar y reducir así el gasto de este elemento cada vez más escaso.
Reducción de la contaminación: Una ciudad vertical ahorraría hasta el 75% de energía y reduciría hasta un 90% las emisiones contaminantes.
Infraestructura moderna: Edificios, carreteras, caminos para bicicletas y alumbrado se realizan con las nuevas normativas sustentables. Los edificios se crean con los materiales más sólidos y con la visión de resistir el paso de los años.
Fomento de creación de áreas verdes: La creación de más áreas verdes ayuda a que los habitantes tengan un estilo de vida sano, estén conectados con la naturaleza y se planteen un nuevo concepto de comunidad y sociedad.
Al reunir arquitectos, urbanistas, paisajistas, autoridades, desarrolladores y todos los involucrados en la transformación urbana y en constante búsqueda de alternativas que permitan la creación de una ciudad inteligente, impulsarían proyectos que permitan la redensificación, fomentando la creación de una ciudad compacta, en la que los habitantes convivan en un ambiente cómodo, seguro y de calidad.
Una ciudad compacta se caracteriza por tener una densidad alta, en la que existe una mezcla de uso de suelos y servicios, que favorecen la conexión y movilidad no motorizada ya que el equipamiento urbano está ubicado a distancias caminables.
Si realmente queremos lograr una ciudad compacta, debemos trabajar todos de la mano, desarrolladores, gobierno e instituciones, en regenerar la ciudad y mejorar el tejido social a través del trabajo con las comunidades. Tomar decisiones en conjunto y lograr cambios estratégicos que beneficien de forma integral a la ciudad. Para lograrlo es importante:
Impulsar políticas públicas encaminadas a la promoción de ciudades integrales.
Contener los crecimientos desarticulados de la mancha urbana.
Promover la ocupación de predios intraurbanos y el reciclamiento de zonas en desuso.
Fomentar la ciudad compacta con densidades medias y usos mixtos compatibles.
Promover el transporte público de calidad para desincentivar el uso del automóvil y fomentar la movilidad no motorizada.
Beneficios en tiempos de transportación.
Servicios de emergencia al alcance en caso de cualquier siniestro.
Aumento del tiempo libre.
Disminución en tiempos de logística y transportación de insumos.
Es por ello que lo ideal seria que las ciudades crecieran aprovechando al máximo el espacio existente , es decir , crecer de forma compacta.
Las ciudades pueden ser fuente de soluciones para los problemas a los que se enfrenta nuestro mundo en la actualidad.
Si están bien planificadas y bien gestionadas, las ciudades pueden convertirse en un poderoso instrumento para traer bienestar a todas las personas, a la vez que se alcanza el desarrollo sostenible.
¡Impulsemos el crecimiento ordenado de las ciudades, a fin de que sean más compactas, conectadas y sostenibles
https://landandbuilding.com/blog/2021/10/14/porque-hablar-de-un-modelo-de-ciudad-compacta/