Suegras, el infierno tan temido Identikit de una suegra.
Todos los científicos coinciden en que después de la boa constrictora y la anguila eléctrica, la suegra es la integrante más despreciable del reino animal. Pero a diferfencia de las otras dos especies, ella está vacunada contra cualquier riesgo de extinción. La suegra se reproduce a sí misma, salvo escasas excepciones.
Ante este oscuro panorama, sólo queda conocerla tan profundamente como se pueda, para estar atentos a sus características y buscar los modos de paliar y resistir sus permanentes ataques.
Estos son los distintos tipos de suegras:
La aliada: Variedad absolutamente inusual. Se calcula que este tipo de suegras se da apenas con un caso cada 440 millones. Estas suegras son aliadas de sus yernos. En casos extremos, hasta permiten que sus "hijos políticos" se empomen a sus hijas en sus casas. Advertencia a los novatos: se trata de un consentimiento tácito, no explícito.
Es decir, no crean que por encontrarse con una suegra aliada pueden matraquear a la hija delante de ella mientras bate la mayonesa. Pero son seres de extrema nobleza, que hasta pasan datos sobre cómo quedar bien con las chicas luego de alguna cagada propia o baten a posibles patas de lana que acechan en el horizonte.
La pérfida: Tipo totalmente opuesto al anterior. Estas suegras no tienen códigos, al punto que no se les pueden activar líneas telefónicas móviles justamente porque no hay forma de que tengan siquiera un código de área.
Inventan historias sobre sus yernos de modo de desacreditarlos ante sus hijas. Si hace falta, dirán que los vieron drogándose en la plaza mientras eran sodomizados por búfalos. El asesinato de estos seres suele no estar penado, al quedar los casos encuadrados en la legítima defensa.
La atorranta: No son casos habituales, pero tampoco escasean. La suegra atorranta galguea a su yerno, a veces descaradamente, en abierta competencia de seducción con su hija, pero la mayoría de las ocasiones a escondidas de ella. Siempre hay un integrante de la familia que la juna al toque, al advertir que la llegada del yerno provoca en la señora súbitos arreglos cosméticos, el uso de vestuario atorrantesco y un notable cambio en el tono de voz.
También se la detecta por la permanente preparación de comidas especiales para su "nuevo hijo". Cuando puede hablar a solas con él, sugiere que su hija es frígida y con artilugios busca averiguar cuál es el tamaño del miembro de él. Suele no quedar más remedio que baquetearlas una o dos temporadas.
La sibilina: Variante de perfidia en la que impera la famosa duplicidad de actitudes. Ante el yerno, esta suegra hace comentarios elogiosos. Ejemplo: "Qué elegante tu padre, Pedro, y qué fina y distinguida tu mamá, te felicito", dirá ella al conocer a los progenitores del novio de su hija.
Cuando las visitas se vayan, encarará a la hija diciéndole: "Por Diosss, qué pinta de borracho tenía el viejo de mierda, que me miró las tetas toda la cena, y la madre, pffff, se nota que se la dieron en el puerto desde los 20 años hasta hace una semana. ¿Y esa familia de insectos querés mezclar con la nuestra, eheh??".
La bipolar: Desconcertante ejemplar que nunca aprenderemos a manejar. A veces uno la encuentra convertida en una madraza italiana, amiga de los tallarines dominicales entre risas y relatos eufóricos. Otras veces se la halla entre las penumbras de la casa, tirada en un sillón, fumando tabaco negro y con una botella de caña sobre el camisón, sin que siquiera conteste el saludo. Conviene, antes de visitarla, mandar un concuñado a modo de globo exploratorio, y pedirle por mensaje de texto un informe de la situación del día.
La quilombera: Algunos prefieren su frontalidad a los movimientos traicioneros de la sibilina. El tema es para discutirlo un rato largo. La quilombera suele tener un perfil bastante reo, cuestión que uno ya advierte en las primeras visitas, cuando la ve cagar a piñas al marido porque el pobre infeliz rompió el corcho al intentar destapar un vino.
Tienen un aspecto que, antes que a Meryl Streep, las acercan a Hugo Moyano. Si uno se manda una cagada con su hija, no tiene problemas en caer a tu laburo y reventarte a sopapos delante de todos diciéndote sutilezas del tipo: "Andá ahora a revolcarte con la puta de aquella (y señala a una secretaria con la que te vieron), 'generado de mierda, te via romper bieennnnn la jettta si te acercá de nuevo a la Brendita, ¿tendiste? Tennnndissste te'ijjjeee", insistirá mientras te patea en el suelo.
Pero también hay que ver el lado bueno: las suegras hacen buenos bizcochuelos.
http://www.angaunoticias.com.ar/variete/680-suegrass.html