La 58 sesión de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Condición Social y Jurídica de la Mujer acordó hoy las prioridades en materia de igualdad a escala global, aunque volvió a hacer evidentes las profundas divisiones entre los países en todo lo relacionado con la salud sexual y reproductiva.
Alrededor de la medianoche y tras horas de negociación, las delegaciones lograron un texto de compromiso, en el que se reclama entre otras cosas que la igualdad de género sea un eje fundamental de los nuevos objetivos mundiales de desarrollo.
El documento pide además avances en toda una serie de ámbitos para impulsar la igualdad entre hombres y mujeres y subraya que los progresos en los últimos años han sido limitados.
La inclusión de menciones a la educación sexual y a los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, fue un año más, el punto más polémico y el que más dividió a las delegaciones.
La mayor parte de los puntos incluidos, en todo caso, ya figuraban en el documento aprobado por la misma Comisión el pasado año.
En esta ocasión, el grupo en el que se alinearon la mayoría de países africanos, con algunos como Libia y Sudán a la cabeza, expresó en la sesión de clausura sus "reservas" ante varios de esos puntos.
En una línea parecida, la delegación de Qatar subrayó que las "políticas sobre sexualidad deben tener en cuenta los valores religiosos" y las tradiciones y leyes de cada país.
Qatar habló también en contra de incluir los "matrimonios tempranos" como un obstáculo para la igualdad y subrayó la necesidad de respetar tradiciones y principios religiosos.
Por su parte, la representación de la Santa Sede señaló su desacuerdo con varios de los términos incluidos en el texto y, en especial, el del "aborto seguro".
En el otro bando, numerosos países europeos y latinoamericanos lamentaron que el documento de conclusiones no haya podido ser más ambicioso en esos ámbitos.
Además señalaron que las menciones a la "familia", incluidas en las conclusiones, deben entenderse como referencias a cualquier tipo de familia, sin importar entre otras cosas la orientación sexual de sus miembros, algo que otros países no aceptaron señalar en el texto.
En esa línea se pronunciaron, entre otros, países como México, Argentina, El Salvador, Colombia, Costa Rica, Noruega, Australia o Estados Unidos.
Una de las intervenciones más aplaudidas por la sala durante la sesión de clausura fue la de la presidenta del Consejo Nacional de la Mujer de Egipto, Mervat El-Tallaway, quien hizo un apasionado alegato en defensa de los derechos de las mujeres y de la necesidad de seguir avanzando hacia la igualdad.
"No podemos ceder ante la ola conservadora que se da en todas las regiones del mundo", señaló El-Tallaway, que advirtió sobre los intentos de grupos "fundamentalistas y extremistas" para despojar a las mujeres de derechos. EFE
EA
http://informe21.com/onu/onu-pacta-politicas-de-igualdad-pero-evidencia-su-division-en-salud-sexual